Tu cuerpo está cubierto de suaves pétalos,
que acariciarte causa fervor
Suave al tacto y resplandeciente a la vista,
no importa tu color, tú siempre galardonas con tu presencia.
El cáliz sobre tus caderas
resguarda la magnificencia de la oportunidad de dar vida,
dentro de ti está el amor, la bondad y la ternura;
que el ser humano necesita para su existir.
Y a pesar de la apariencia frágil,
finas espinas protegen tu tallo,
te protegen contra las adversidades
sin perder delicadeza.
Bellas criaturas se acercan a ti,
para alimentarse del néctar;
de tu esencia divina,
del consuelo y reconforte,
que nadie mejor que la mujer para dar.
Para todas las mujeres, pero en especial para las chicas de esta página.
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