No voy a hablar del nombre de mi pene -por ahora soy bastante feliz sin uno de esos- indago aquí por en nombre del de ustedes ; ) Siempre me pareció gracioso que los hombres les pusieran nombre a su pene. Además de dar para todo tipo de chistes y humoradas es también una buena ocasión para echar un vistazo a la psicología de los hombres, y tratar de encontrar algún patrón en los nombres elegidos.
Hay preguntas en foros y demás sobre consejos y sugerencia para bautizarlo correctamente. Todos bien megalómanos -megalíticos, diría- nadie parece estar dispuesto a nombrar su pene con nada que remita a nada ligeramente tierno.
Desde los más originales hasta lo más los predecibles: hitman, monstruo, bestia, osama, todos van directo a nombrar algo poderoso, valiente y peligroso. Así que parece que debe ser toda una hazaña eso de andar disparándole a alguien con ese artefacto.
Woody Allen hace una referencia a esta costumbre en una escena de Deconstructing Harry ,donde felicita a su hijo por haberle puesto “Dillinger” a su pene (por John Dillinger, un famoso asaltante de bancos tan temerario como elegante)
Puede sonar infantil, pero es así, la gente le pone nombres a sus partes del cuerpo. Cuenten! A este Julian Serrano no le fué nada mal (de hecho es su video más visto) hablando de como y porqué bautizó a su miembro, entre otros detalles...
Las chicas -aunque con menos frecuencia- también suelen ponerle nombre a su vagina, pero creo que no es para dotarla de una "personalidad" sino más bien porque la palabra vagina es indiscutiblemente horrible. A la mía no le puse nombre todavía, pero sí a mis senos, a mis tetas bah! tampoco me gusta la palabra senos! Les puse “franchesquitas” por una tetona ex novia de mi ex novio llamada Francesca, italiana ella. Yo la veía parecida a la Bellucchi, pero el mito urbano dice que nadie la miraba la cara a la chica esta.
Todos tenían tal fetiche con sus tetas que se las había pesado en una balanza de cocina ¿vieron esas que tienen una bandejita plana transparente? bueno, ahí. Le pasaban un kilo y medio cada una, o sea: era dueña de tres kilos de puro tejijdo adiposo y glándula mamaria - con perdón de los impresionables.
Y como él y sus amigos seguían alzados tan sólo con la memoria de esos tres kilos, en vez de ofenderme o amargarme con el maldito asunto (saca arrugas) decidí reírme de mi riéndome de ellos: y así fue como las bauticé las franchesquitas.
La anécdota es 100% real, ni mi novio podía creerlo cada vez que las llamaba así, nunca había escuchado nada similar de la boca de otra señorita… y eso que tenía en su haber una linda nómina de ex novias punk, trash, hard core y pentasexuales de todo tipo y especie. Eso es sí que doblarle el brazo a la cultura >_<
Ahora cuenten ustedes, larguen los nombres, no me dejen sola en esto!
Viste? Me encanta, si fuera varón le hubiera puesto Torquemada, estoy segura!